1. Considerarse indigno
La primera respuesta de Moisés frente al llamado de Dios fue que él no era digno por sus faltas y debilidades. Como él también nosotros nos creemos indignos de ser llamados para cumplir ese propósito.
“11Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya al Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?”. Éxodo 3.11
2. Temor al rechazo
“1Entonces Moisés respondió y dijo: Ellos no me creerán, ni oirán mi voz, pues dirán: No se te ha aparecido Dios”. Éxodo 4.1
Moisés tenía temor que el pueblo de Israel lo rechazara y no lo escuchara. El rechazo es parte del éxito, y por eso, no todo el mundo nos va a recibir. Algunos nos van a rechazar.
3. La excusa de la incredulidad
La tercera excusa de Moisés frente al llamado de Dios fue la duda de su llamado. Él pensó que el pueblo de Israel no le iba a oír ni a creer.
4. La excusa de no poder hablar
“10Entonces dijo Moisés a Dios: ¡Ay, Señor! Nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes ni desde que tú hablas con tu siervo, porque soy tardo en el habla y torpe de lengua”. Éxodo 4.10
La respuesta de Dios a Moisés fue:
“11Y Dios le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿O quién hizo al mudo y al sordo, al que ve al ciego? ¿No soy yo Dios?”. Éxodo 4.11
5. La excusa de la inferioridad
“13…¡Ay, Señor! Envía, te ruego, por medio del que debes enviar.” Éxodo 4.13
A veces, le sugerimos a Dios que mejor envíe a otro, que en nuestro concepto, está más calificado que nosotros. Esto no es de quien corre sino del que Dios tiene misericordia.
La pregunta que yo le hago hoy es: ¿Cuál es su excusa frente al llamado de Dios? ¿Cómo le responderá al Señor cuando lo llame? ¿Está dispuesto a poner algo que usted ama en el altar?
¡Sacrifique!
No comments:
Post a Comment