“Un niño se encontraba jugando baseball solo en el patio de su casa,
tenia su uniforme puesto, y mientras jugaba se hablaba a si mismo. En un
momento dado, el niño dijo “yo soy el mejor bateador del mundo”
mientras lanzo la pelota hacia arriba y bateó fallando la pelota; Por
segunda vez recogió la pelota y una vez mas dijo “yo soy el mejor
bateador de todo el mundo” mientras lanzo la pelota hacia arriba y
bateando fallo la pelota de nuevo; Por tercera vez recogió la pelota y
una vez mas mientras decía “yo soy el mejor bateador del mundo” lanzo la
pelota hacia arriba y bateando fallo la pelota. Hubo una pausa y de un
momento a otro el niño dijo “¡WOW!”, “¡TRES STRIKES!”, “¡Yo soy el mejor
pitcher de todo el mundo!”.
Nosotros hemos escuchado la expresión “cuando la vida te de limones,
haga limonada” y creo que es un buen consejo, mas sin embargo pareciese
que tan solo aplicamos este consejo para nuestra vida cotidiana y no
para nuestra vida espiritual.
Deuteronomio 30:19 “… Hoy pongo al cielo y a la tierra por testigos
contra ti, de que te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre
la bendición y la maldición. Elige, pues, la vida, para que vivan tú y
tus descendientes.” (NVI)
En este pasaje Dios nos esta diciendo que la vida que vivimos es una
decisión. Dios nos dice “…te he dado a elegir entre la vida y la muerte,
entre la bendición y la maldición…” y luego nos anima a que escojamos
“la vida”. La manera en que tú vivas como individuo es tu decisión.
Cuando escogemos ¡la vida!, nuestra perspectiva de nuestro diario vivir cambia.
No comments:
Post a Comment